
Los que en nuestra época eran los profesores más jóvenes, hoy serán los más mayores del colegio. Eso le pasará a Julio-si sigue dando clase, que creo que sí. Nos dio historia en 3º de BUP y me contaron que el día de su presentación en clase al decir:"Buenos días me llamo Julio Rodríguez", Iranzo dijo en voz semialta: "El Puma". Sobre Julio corrían bastantes leyendas urbanas; se decía que se casó muy joven y de penalti-estábamos en los años 80 y no existían las parejas de hecho, y lo normal si dejabas a la novia embarazada era casarse-, lo cual creo que sí era cierto y corrieron muchos rumores de "affaires" suyos con alumnas de distintos cursos nunca demostrados ni corroborados. La verdad es que si no llega a ser por los rumores de su vida personal, como profesor estaría en la categoría de los de "sin pena ni gloria" pues apena recuerdo nada destacable de sus clases salvo su afición a llamar a los alumnos por el número de lista en lugar de por el nombre- me viene ahora a la memoria la magnifica imitación de Jesús García Bueno diciendo aquello de "¿Existe el numero 3, está el numero 3?". la última vez que lo vi sería allá por el 96-97 y me lo encontré en un garito un sábado por la noche acompañado de Javier Faci-qepd- y de la Benabarre, estuvimos un buen rato hablando e incluso me contó alguna intimidad de algún profesor del colegio que no desvelaré. Un abrazo Julio.
3 comentarios:
Pues yo de Julio Rodríguez me acuerdo su uso intensivo del gerundio, sobre todo cuando entraba en clase. Ah, y de su potente voz. "A ver, se van sentando, se van callando, van abriendo el libro por la página... "
Profesor un tanto extraño. Ser más joven que los demás le hacía parecer más cercano, pero exigía bastante más disciplina que la media, y no creo que su simpatía fuese real.
Objeto de rumores, he de reconocer que aprendí mucha historia gracias a sus clases, y eso era lo que se perseguía.
Que conste que empecé mal con él, y luego terminé muy bien (a lo mejor también influyó que me encantaba Historia y aprendí mucho con él). No me gustó casi el primer día cuando, efectivamente hablando en gerundio, dijo algo así como "Cómo que los españoles ganamos tal batalla? Estabas tú allí?". Qué pereza de hombre. Pero al final, le pillé el punto y guardo buen recuerdo.
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