domingo, 5 de julio de 2009

1º DE BUP: TIEMPOS DE CAMBIO

En otro artículo ya he comentado como el curso de 1º de BUP fue de los más recordados, especialmente por ser el primero en el que compartiamos asiento chicos y chicas. Pero no fue este el único cambio que se produjo en ese curso. Recuerdo perfectamente el día de la presentación de curso-como recordareis, unos días antes del comienzo definitivo de las clases teníamos la presentación en la que se nos daba el horario y se nos decían los profesores que íbamos a tener, era un día esperado porque volvíamos a ver a muchos compañeros a los cuales no habíamos visto desde el curso anterior.

Hay que recordar que teníamos una figura-no sé si todavía existirá-que era la del tutor, recuerdo que de 6º a 8º el nuestro había sido el Padre Arturo-el pato-, y ese día de presentación vino el pato con el que iba a ser nuestro tutor durante BUP: el padre Liaño. Ese día intuí que iban a cambiar algunas cosas, en primer lugar el Padre Liaño no iba vestido con el hábito-creo que hasta ese momento no habíamos visto a ningún cura bajar a clase sin hábito-, y el pato vino a decirnos que no nos fuéramos a creer que íbamos a empezar de cero, que ya se encargaría él de contarle al Padre Liaño quién eramos cada uno de nosotros, recuerdo la cara de asombro del padre Liaño y lo primero que dijo en cuanto se fue el pato:"No estoy para nada de acuerdo con lo que ha dicho el Padre Arturo, os quiero conocer yo a cada uno y empezar de cero, que nadie me cuente nada", además nos empezó a llamar por el nombre-siempre se nos llamaba por el apellido- y dijo que le tratáramos de tú-esto sí que nos sorprendió, ya que hasta entonces era impensable no tratar de usted a un profesor-quizá las únicas excepciones habían sido Loidi y probablemente Ricardo Lajusticia-.

Sin duda fueron tiempos de cambio, y el padre Liaño marcó un antes y un después en nuestro periplo colegial, seguiré hablando de él.

5 comentarios:

eloban dijo...

Uno de los primeros días recuerdo que nos hizo una encuesta en un folio, donde nos preguntaba cosas personales (tus mejores amigos, ...) que ahora supongo estarán prohibidas. Me encantaría ver esos documentos ahora y analizar lo que pusimos entonces. Desde luego, el padre Liaño constituía una cierta apertura a la modernidad, y esa cercanía se agradecía bastante. En Navidad comenzó con el "amigo invisible", y me agradaban especialmente los recreos en su torre-despacho en el último piso, llena de fotos y recuerdos personales.
Alguno no olvidaremos nunca unas convivencias que se hicieron en 1º BUP, cuando nos pilló yendo a un cuarto de las chicas por el tejado, y lo elegante que fue no diciendo nada del asunto.
Se le perdió la pista con un misterioso traslado a Dominicos-Valencia

pamisal dijo...

Todos se iban a Valencia... Todos los que se convertían de repente en "tíos" o abrían demasiado la puerta o se mostraban demasiado cómplices, acababan en Valencia. Desconozco cómo son los Dominicos de Valencia, pero o son una especie de sede central con mando en plaza y alrededores o la gran fiesta... Desde luego, normales, al modo de "normalidad" de los de aquí no pueden ser...

pamisal dijo...

¿Recordáis al padre Sancho? Es uno de los que desapareció repentinamente y "se comentó" que fue porque había sido "tío" repentinamente de una niña que iba a ser hermana de un alumno. Creo que así, como lo cuento, se entiende. Insisto que ese es el rumor que sonaba. También es justo recordar que la madre de ambos, a la que el rumor apuntaba, estaba separada, así que los rumores referían una transgresión de tipo moral/religioso, pero al menos, no respaldaban que un "miembro" de la APA llevara ningún tipo de "coronación" como "ungulado". Lo único cierto, tal como yo lo recuerdo, es que, de un día para otro, sin despedida ni información "oficial" alguna por parte del colegio, el Padre Sancho, desapareció del Xavierre y apareció en Valencia.

Anónimo dijo...

Hola, pues yo soy uno de los que tuvo al padre Liaño en Valencia, curioso que soy de vuestra misma promoción.

He estado leyendo el blog un rato y he llegado a la conclusión de que "ir" a Valencia era una especie de condena a galeras para todo aquel cura que no pasaba por el aro en determinadas cuestiones, o para todo aquel que tenía algo oscuro en su expendiente, y mucho me temo que nuestro querido p.Liaño fue uno de esos.

Aquí en Valencia, la verdad es que no dejó indiferente a nadie, por decirlo de un modo resumido, era simplemente distinto al clásico y rancio cura de los 70. Progresista, rojo, un rebelde en aquellos años 80, lo cual le causó no pocas enemistadas con los jerifaltes que por aquella época mandaban en Dominicos - Valencia.


Recuerdo su afición por los ducados, y por el licor de malta, también su gran afición a la música clásica, lo reacio que era a hablar de su vida privada, lo poco que le gustaba ser fotografiado, lo bien que vestía para la época y el entorno...

Para que no sean todo flores también diré que recuerdo un pequeño archivador de documentos de color rojo y que recuerdo vívidamente lo que había dentro...., aunque esa parte de la historia mejor la dejo, ya que lo que no se puede probar , no existe.

Al p.Liaño le guardo un cierto cariño, mezclado con una arcada de sospecha y duda más que razonable...


Salu2.

Igor.

Ikkidrow dijo...

Está claro que todos los que se "acercaban" mucho a los alumnos terminaban en Valencia.
Liaño era de estos.
¿Por qué no les gustaba a los mandamases? Quizás para evitar habladurías o tentaciones, no lo sé.
El caso es que en Dominicos no parecía gustar mucho el acercamiento profesor-alumnos y menos si el profesor era cura.
Casi no me acordaba de su despacho en la torre.
Allí nos ponía documentales y películas y luego había que debatir el tema.
El padre Liaño nos daba mucha libertad.
Un saludo para él.