martes, 28 de julio de 2009

EL LAMBEA


Sois varios los que en vuestros comentarios habéis hablado de él y justo es que yo le dedique un artículo. Del Lambea nada se puede discutir de su conocimiento de la materia-se llegó a decir que preparaba alumnos para las olimpiadas matemáticas- pero desde luego distaba mucho de ser un buen profesor ya que de amenidad y saber tratar a los alumnos nada de nada. No recuerdo ninguna broma, ningún comentario jocoso ni siquiera verle sonreír en clase, su estilo era el de atemorizar al alumnado. Alguien me comentó que le habían dicho que fuera del colegio era un cachondo, no lo dudo pero me cuesta creerlo. Me contaron una anécdota suya que sucedió en otra clase-si alguien fue testigo que lo verifique-que demuestra claramente cuál era su carácter: Dando clase se resbaló y se cayó de la tarima, nada más caerse gritó:"El que se ría se la carga"...ese era el Lambea. Recuerdo el último día que nos dio clase en COU, ese día quiso hacerse el simpático-no se lo había hecho nunca- nos deseó lo mejor y a mí me sacó a la pizarra a hacer un ejercicio con la intención de que hiciera alguna broma, no la hice, no se la merecía. No nos atreviamos ni a ponerle mote, salvo al final cuando en el verano del 89 surgió una canción con baile incluido: la lambada, en ese COU el Lambea pasó a ser el Lambada, el mote era malo y probablemente no habrá perdurado en el tiempo. Como no tengo ninguna foto de él-¡Cualquiera se atrevía¡- adjunto foto del libro con el que nos dio matemáticas en 1º de BUP, un incunable marcaba 985 pesetas de precio y dentro de él combinatoria,sucesiones,polinomios,ecuaciones.....¡Que tiempos¡

9 comentarios:

eloban dijo...

Gratos recuerdos del Lambea, ahora que ya tengo aprobada su asignatura. Nos tenía acojonados con su estilo far west, disparando a todo aquel que osaba pestañear. Demostrable su mal genio si perdía el Bilbao, y discrepo con Ernesto en que el año de COU estaba mucho más relajado y parecía más accesible. Creo que enseñaba bien, pero la materia era la más difícil, y además creo que muy cargada. Tendríais que ver ahora los libros actuales de matemáticas, con la mitad de sustancia y en plan "buen rollito".

Anonimo dijo...

Yo recuerdo una gracia del Lambea en mi curso y en la que, tras un breve silencio en el que la gente dudaba en reirse o no, todos nos descojonamos, fue la siguiente: le pregunté cuántas preguntas iba a tener el examen, se quedó mirando al cielo con su jersey Lacoste azul marino y respondió: " X"

Tomás dijo...

Lambea no era mal tipo ni mucho menos. Pero era duro y estricto con los alumnos. Posiblemente por la comodidad que otorga ser así (...aquí no se cantea nadie y no tengo problemas con los alumnos...) Este método seguramente le habrá ahorrado disgustos con los "nuevos alumnos" aunque quizá en nuestros tiempos era excesivo. Conocí a "los dos Lambeas", ya que, en octavo me cayeron las mates para septiembre y di clases particulares con él. Iba a su casa, y desde la calle ya se veía en el balcón una ikurriña. Recuerdo que vivía en la calle Madre Sacramento (vaya nombrecito, eh?...) en ese entorno era mucho más cercano y comprensivo. Ahí le perdí el miedo para todo el bachillerato...
Por otra parte, también recuerdo como hizo llorar a moco tendido en la pizarra a Jose Antonio Lafuente Gracia alias "Wayne Robinson" (una de las mejores personas que conozco: tímido, callado y respetuoso) en 8º de EGB seguramente por que tuvo un mal día este estricto profesor...
¿No os acordáis de la expresión que usaba cuando te sacaba a la pizarra? Sí, hombre sí...era su seña de identidad. Decía: CHICO, PROCEDA...

pamisal dijo...

Yo recuerdo una vez que nos demostró en la pizarra que 2 más 2 eran 5. Era un largo desarrollo en el que coló de rondon en factorial de 0 como 1 que lo es, pero "por convenio" y jugando con eso nos la coló doblada. En serio, creo que le apasionaban las matemáticas. Eso sí, lleváis razón, como profesor, suponiendo que haya que darse mal para despertar el interés, salvo aquel caso, no le recuerdo otro, así que en ese sentido, NEFASTO. La ciencia no la argumentaban mucho, eso es cierto. Pero sí recuerdo que en los temas de límites, sucesiones, etc. algún que otro misterio sí que dejaba caer. En fin... hoy me apasiona la ciencia y no termino de encontrar si algo de "culpa" tuvo alguno de aquellos profesores, es una pena que no lo cuenten con más vicio y menos "animus acojonandi".

pamisal dijo...

Yo creo que sí que fue él, quien en un examen de límites, puso a más de uno un 4,9 período y si iban a departamentos a pedir que les subiera los dejaba en suspenso. Pero si ibas y le decías que 4,9 período en el límite cuando tiende a infinito es estrictamente 5, pues te aprobaba. Lo que no deja de ser injusto, porque incluso si lo sabes, no es necesario ir a decírselo para que 4,9 período sea 5, es decir, suficiente, aprobado.

Luis Rodrigo dijo...

Qué grande el Sr. Lambea ,yo le guardo un buen recuerdo. Exigía muchísimo, me acuerdo que en selectividad sacamos todos unas notazas en matemáticas.
Por cierto está en facebook y sigue los pasos del grupo de dominicos que hay jejejej...
Me acuerdo una vez que sacó a Flores, un chaval tímido, buena persona y hasta casi miedoso. Como le teníamos tanto miedo, a Flores se le puso una cara como de acojonado pero con una sonrisilla que no podía evitar por el susto que llevaba, y le soltó "Flores, borre esa sonrisa ahora mismo" y el chaval se quedó pálido medio llorando.
Me acuerdo una calurosa tarde de Junio, se empezó a poner todo el cielo negro para caer un tormentazo y sacó a Cristina Pardos a la pizarra para hacer un ejercicio. Lo desarrolló todo bien pero al final se atascó por una chorrada y tras varias advertencias del Sr. Lambea le espetó mientras miraba los nubarrones: "Chica Pardos, no llueve, pero caerán chuzos. Siéntese"
Recuerdo también que estando apoyado con las manos en la fila de mesas (postura que solía adoptar a menudo) nos pilló a Muniesa(mi compañero) y a mí diciendo por lo bajo lo de "¡¡pero chico, chico!!" y nos dijo "Rodrigo y Muniesa; Muniesa y Rodrigo, el orden de los factores me está alterando a mí. Tengan cuidado..."
Siempre me resultó chocante cómo se imponía y NADIE se atrevía a tontearle en sus clases, y lo conseguía sin levantar la voz nada de nada.Y otros profesores se quedaban afónicos de chillar y no se hacían con la clase (Sr.Urrea, Sr. Mendoza, etc)

Unknown dijo...

Hace poco me lo encontré y le pregunté: ¿Qué, cómo son los chicos ahora? y me dijo: mal, muy mal. Cada vez peor. Le repliqué: pues mira que yo era malo (me suspendía casi siempre), y me dice el tío: Nada, nada, mucho peor. No sé, es difícil ser peor de lo que yo era.

Anónimo dijo...

Hola a todos:

Me gusta este blog, se nota que está hecho con cariño. La verdad quiero agradecer a Luis Lambea de corazón los años que nos dio clases y lo que aprendimos a su lado. Creo, casi sin dudarlo, que era y seguirá siendo uno de los mejores profesores del colegio, no sólo por su conocimiento y pasión con la que daba la asignatura de matemáticas, sino también por su perseverancia, sus ganas de trabajar y su carácter, tal vez un poco duro, pero que creo que nos ha venido muy bien a todos. De vez en cuando, hay que sentir el miedo y el pánico, es humano y este tipo de sentimientos los ha de conocer un adolescente, y más ahora con la juventud indomable actual. Admiro su maestría de dominar a la clase sin soltar ladridos ni levantar la mano a nadie: sólo palabras educadas y firmes que muestran autoridad desde el raciocinio, no por la fuerza de la sinrazón; hasta si tenía que soltar un insulto, lo hacía con educación, con fina ironía, nadie ha hablado que Luis Lambea tenía y tiene mucha ironía.
Muchas veces creamos mitos de los profesores. Hablamos de Lambea, Bellosta, Bonillo..., como si fueran famosos, creando todo un mundo de mitos y leyendas a su lado. A veces, parece como si a Luis Lambea le atribuyéramos toda una leyenda negra a su lado y lo comparáramos no sé con genios antipáticos y temibles tipo Fernando Fernán Gómez o Van Morrison. Y eso de que si gana el Atletic estaba de buen humor, a nosotros qué cojones nos importa si era del Atletic o del equipo que le saliera de las narices, y qué tiene que ver eso con dar una clase y enseñar. Parece como cuando hablamos de tal actor, músico o lo que sea es así porque gasta calzoncillos marca X o se peina así. Convertimos a los profes en leyendas del celuloide o disblillos del rock.
Creo que la enseñanza es algo más digno que toda esa mitificación. Luis Lambea es un gran profesor, con genio y autoridad que sabe muy bien representar su papel de Lambea cuando está delante de sus alumnos. El resto del tiempo es simplemente Luis. Y ese papel de Lambea no es el de una estrella del famoseo histriónica con ganas de armar camorra: es la de un gran profesional de la docencia, conocedor como pocos y apasionado de la ciencia que imparte, y con una gran personalidad escénica dentro de la clase: sus armas no son ni las hostias- y no las de comer precisamente- del ya fallecido Padre Azagra Usón ni el talante showman de Manuel Bonillo; son un carácter serio aunque no desprovisto de ironía, y unas formas muy bien estudiadas de autoridad y de hacerse con una clase con firmeza y con personalidad, mostrando de vez en cuando el lado humano: todos podemos ser vulnerables y sentir malestar o bienestar. A lo mejor ese mal humor eran ganas de echarse un pitillo, y eso los fumadores de verdad lo saben, yo no fumo, pero soy hijo de fumadores y comprendo lo que sienten.
Un saludo a todos los que han hecho este blog, también a Luis Lambea si nos lee, con el deseo de que termine bien los años que le quedan para jubilarse y, desde luego, al menos desde mi punto de vista, le quedará el recuerdo de haber sido un muy buen docente.
Y yo, como todos vosotros, he pasado miedo en sus clases, pero ahora ese miedo lo agradezco, porque me sirvió para ponerme las pilas- yo nunca he sido bueno en matemáticas, soy de letras puras y duras-. Y tampoco se puede hablar de miedo, yo diría respeto y ganas de prestar atención a lo que explicaba ( miedo cuando un atracador te saca una navaja, eso es miedo, lo de Luis Lambea era simplemente una forma de no despistarnos y de ponernos las pilas en ser aplicados y prestar atención, y de saber lo que está bien y lo que está mal, que eso a los adolescentes nos causa malestar, pero debemos aprenderlo.

Un abrazo a todos

Anónimo dijo...

Es de justicia destacar los grandes docentes que nos ha dado y que nos sigue dando este colegio. De los malos, mejor no decir nada y "allá cada uno con su conciencia".
Aparte de mi comentario sobre Luis Lambea, me gustaría destacar los que han sido, según mi humilde punto de vista, los mejores docentes que tuve durante mis años mozos en este colegio. Porque es menester alabar a un buen profesor, del mismo modo que admiramos una película de Buñuel, un cuadro de Monet o un disco de Paul McCartney.
Además, los docentes que voy a nombrar son de distintas áreas de conocimiento; un alumno que gozara de las clases de estos profesionales, os puedo asegurar que estaría en muy buenas manos.
Son pocos pero imprescindibles.
En primer lugar, como os podéis imaginar,Luis Lambea ocupa ese puesto de honor en tan abstracta disciplina llamada matemáticas ( aunque el trístemente fallecido Javier Faci también formaría parte de esta lista) .
En el apartado de Lengua Española, aunque muchos no estaréis de acuerdo, Mario Martín sabe enseñar y muy bien. Como veis,por el momento me van las emociones fuertes y los tipos con carácter. Pero, ¿quién no aprende derivadas con Luis Lambea o las subordinadas sustantivas con Mario Martín?
En los idiomas, hay un profesor que demuestra que el espíritu showman, el humor y la realidad de un adolescente pueden compaginarse con un método infalible de Reading, grammar y Listening: todo ello tiene un nombre, Manuel Bonillo.
Y para terminar, qué mejor que mencionar a dos profesores que día a día nos entusiasman con sus conocimientos y nos transmiten con pasión lo que explican: Ahí están las Ciencias Sociales ( Historia, Arte..) de Jesús Mediavilla y las Ciencias Naturales ( biología, Geología...) de Carlos Pérez Collados. Dos ejemplos de pofesores que disfrutan la asignatura.
No quiero resultar sexista. Aunque he tenido pocas profesoras, quiero destacar la que, a mi juicio, debería estar en esta lista: Dolores Lardiés.
Bueno, ya no escribo más, que sirva de reconocimiento este comentario.

Un saludo.